miércoles, 24 de diciembre de 2008

Vestigios de Sefarad.





Cuando el rey Nimrod al campo salia Mirava en el cielo y en la estreyeria Vido una luz santa en la giuderia Que havia de nacer Avraham avinu
Avraham avinu padre querido Padre bendicho luz de Israel
Luego a las cumadres encombedaba Que toda mujer que preqada quedara si no pariera al punto la matara, que habia de nacer Abraham avinu.
Avraham avinu padre querido Padre bendicho luz de Israel
La mujer de Terah quedo prenada E de dia en dia el la preguntaba: - ?De que tenes la cara demudada? Ella ya sabia el bien que tenia.
Avraham avinu padre querido Padre bendicho luz de Israel.
En fin de mueve mezes parir queria: Iva caminando por campos y vinyas, A su marido tal ne le descubria Topo una meara, alli lo pariria.
Avraham avinu, ...
Saludemos agora al compadre y tambien al mohel que por su zehut nos venga el goel y rihma a todo Israel, cierto loaremos al Verdadero.
Avraham avinu, ...
En akeya ora el nasido avlava: "Andadvos mi madre, de la meara. Yo ya topo kyen m'aletchara, Malah del scyelo me akompanyara, Porke so kriyado del Dyo bendicho.




La editorial Obelisco, en su colección Cábala y Judaísmo, ha publicado en septiembre de este año el libro Los apellidos judeoespañoles, de varios autores. El motivo es preguntarse sobre la huella genética judía en estos apellidos. Una recuperación de los patronímicos sefarditas. Se trata de una prospección o rastreo de nuestros vestigios hebreos. Este es el leitmotiv confesado. Pero conforme se avanza en el libro nos encontramos con un curioso coupage de teología rabínica y psicoanálisis.



Buscar la propia identidad a través de la memoria, porque no es el tiempo cronológico el decisivo en esta indagación, sino el tiempo genealógico, si bien esta genealogía no hay que entenderla al modo biológico sino al espiritual.



Existe (al decir de los autores) una memoria mutilada. Son los siglos de tensión entre el cristianismo y el judaísmo (ss. XI-XV), en particular al final (ss. XIV-XV). Pese a polemizar con A.Castro y Menéndez Pelayo por entender la Inquisición como un diseño judio-converso; más adelante confirma este ataque de los cristianizados frente a sus antiguos hermanos como un mecanismo psicológico.



En los Anusim (marranos, descendientes de los conversos) hallan huellas de un inconsciente judio latente en un consciente católico. Nos encontramos con algo tan alucinante, como encontrar en nuestra contemporaneidad a una anciana donde ese inconsciente le impide hacer la señal de la cruz.



Hacen énfasis en que nos construimos a través de la historia; es más, que nos relacionamos con Dios a través de la historia. Así pues, la Teshuva (el retorno a casa) se hace desde la memoria cara al futuro. En la teología judía Dios crea contrayéndose, dejando un espacio al hombre. Por eso lo genuinamente sagrado es el descanso (Sabat) frente al mundo material que es continuamente construcción. El Sabat es el momento de lo espiritual. Es el mismo Domingo impuesto por Constantino en el 321.



Seguimos con la teología rabínica. El hombre como artífice de la Creación; donde Dios crea, pero el hombre construye. Más que la fe; el estudio y el conocimiento. Por eso no sería propiamente una religión. Se puede ser un buen judío y ser ateo. Según esto la teología cristiana sería una teología de la respuesta y la judía sería la teología de la pregunta. En su sondeo de la tradición espiritual de Sefarad pretenden conocer la otra historia de España.



Pero esta es una pesquisa sobre su identidad. ¿Quiénes son y por qué son?. ¿Existe hoy en España el criptojudaísmo?. Nuestros autores nos refieren que ser judío es ser deuño de una herencia eterna.



La presencia semita en la península ibérica se remonta al s. V a.C. La mayor fiebre antisemita se da en el 1391 (entre 50.000 a 70.000 muertos). En el siglo XV de los 400.000 hebreos existentes en los reinos de España; 240.000 abrazaron la nueva fe y 160.000 se exiliaron. Se constata que hasta al menos tres siglos después del decreto de expulsión pervive el judaísmo y lo judeizante. Proponen (los autores) que el estado de Israel presione al Reino de España, para el establecimiento de un memorial a las víctimas de la Inquisición. No obstante habría que decir siguiendo a un propio historiador judio (Bensón Netanyahu) que los casos de falsos conversos fueron episodios aislados; la mayoría de las víctimas fueron cristianos nuevos no judeizantes (verdaderos cristianos) destinatarios de una persecución social y política encapsulada en una cruzada religiosa.



Esto se enmarca en su pregunta sobre la identidad: que es una pregunta sobre el pasado y el futuro. Pues un futuro en libertad es auténtico descubriendo que este presente es una impostura; que es un nuevo Egipto depravado, esta vez de cultura cristiana, del que se impone un nuevo éxodo (digo yo, que nuestros hermanos sefarditas no nos mandarán las siete plagas). Necesariamente van unidas la libertad individual y la colectiva. Como obstáculos a esta identidad, a esta supervivencia, señalan el cuestionamiento del estado de Israel, la asimilación por la cultura cristiana occidental y la judeofobia; como soluciones, el sionismo y el retorno a la identidad judía.



Termina el libro con unos muy breves estudios dedicados a los apellidos. En el listado nos señalan su propia cuestionabilidad. Lo cierto es que es esta cuestión la que da título al libro y sin embargo es el pretexto para una invocación a la Teshuva. Cabe preguntarse si es posible este retorno tras varias generaciones de asimilación sincera en la nueva fe. Terminemos con una oración común de judios y cristianos:

Shemá, Isrel, Adonai Eloheinu, Adonai Ejad

Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios; el Señor es Uno.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Juan Negrín López.

La editorial catalana Crítica ha publicado en septiembre de este año, un estudio del historiador Gabriel Jackson titulado: Juan Negrín. Médico, socialista y jefe del Gobierno de la II República española.
La dedicatoria, a todos los lectores que valoran la verdad, incluso cuando hiere sus sentimientos políticos y morales, confieso que me sugestionó. No obstante, el nervio central del ensayo se sustenta en poner en valor la figura señalada, matizando los aspectos negativos, en atención a las circunstancias especialísimas que le tocó vivir. Es decir, que lo positivo de su trayectoria era lo propio y natural del doctor Negrín, y lo desfavorable algo forzado por el contexto. Sin duda todo estudio de una figura relevante termina cobrando a todo biógrafo cierta factura debida a la propia atracción que provoca el personaje. En todo caso, se agradece mucho este estudio, que viene a completar una imagen ciertamente muy negativa.
Yo mismo tenía una representación llena de prejuicios procedentes del ámbito familiar. La primera vez que oí el apellido Negrín, fue combinado con la historia doméstica de oir clandestinamente (ya que se consideró delito de derrotismo escuchar informaciones provenientes del bando nacional) las emisiones de Radio Burgos. La Radio Nacional era seguida sobretodo por la cuestión monetaria. De todos es sabidos que uno de los primeros efectos de la guerra fue la quiebra de la unidad monetaria. En octubre de 1938 el Ministerio de Hacienda de los nacionales dictó la llamada Ley de bloqueo auspiciada como mejor solución por el que posteriormente sería Ministro de ese mismo área (José Larraz). Las noticias radiadas venían a decir que las emisiones republicanas de papel moneda posteriores al 18 de julio tenían "valor cero"; que las emisiones anteriores (que se detallaban en los partes radiofónicos) mantendrían su valor, previo estampillado nacional dentro de plazo; y todo lo concerniente a la ley de bloqueo de obligaciones de pagos contraídas bajo dominio enemigo con posterioridad al 18 de julio. Para mí, Negrín era el responsable de la magnitud apabullante de la inflacción marxista (donde sólo circulaba papel) y de manera un tanto simple, el responsable de depositar en Moscú los activos de oro físico del Banco de España.
La persona: a)En el retrato familiar e íntimo, el profesor Jackson tiene que salir al trapo, de ciertos reproches demasiado puritanos acerca de la vida íntima del doctor Negrín (relaciones extramatrimoniales); b)Más grave, sin embargo, es suavizar la responsabilidad de Indalecio Prieto en el suministro de armas, previo a la insurrección revolucionaria de 1934, bajo algo tan endeble como la lealtad personal a la clase obrera (¿pero acaso el clientelismo mafioso no prefiere antes el vínculo amistoso que el vínculo abstracto de la ley?; ¿serviría esto también como excusa para toda organización paralegal o ilegal?). En esa misma página, y a propósito del putch revolucionario de Asturias, se da un curioso juego entre lo relativo y lo absoluto a la hora de valorar los hechos: se habla de "diversas atrocidades" cometidas por las fuerzas revolucionarias, seguidas de una "represión brutal" por parte de los militares (¿pero es que estamos ya sumidos en el alzamiento para hablar así?; ¿acaso no fue la represión ordenada por el Gobierno republicano legítimo?; ¿pero es que acaso la insurrección minera no era contraria a la propia legalidad republicana de 1931?). No, la guerra civil no empezó en 1934; pero simplemente porque en esta ocasión se pudo hacer valer la Constitución; tanto Negrín como Prieto simpatizaban con los mineros rebeldes y su leve oposición era debida más a las dudas sobre su eficacia que sobre su legitimidad; c) el alineamiento de Negrín con el PCE y la URSS entiende que es una cuestión compleja y en su ponderación habla del abandono que sufrió la República por parte de las potencias democráticas occidentales; ¡y tan compleja!, la ayuda soviética era incompatible con denunciar las purgas antitroskistas. Negrín confió en que Stalin era el defensor de las democracias occidentales contra el fascismo (esto un año antes del pacto Ribbentrop-Molotov).
El científico y profesor universitario: Quizás su verdadera vocación. Aunque en el exilio paradójicamente no la continuó. Me importa un episodio contrario a un buen sentido de la justicia: encauza las decisiones de un jurado de oposiciones a la cátedra de fisiología de Santiago, para que fuera más favorable al candidato menos cualificado; postergando a Severo Ochoa.
El ministro de Hacienda: En 1936, las reservas de oro del Banco de España eran las cuartas mayores del mundo. Ya se habían girado el 27% de estos activos físicos entre julio de 1936 y marzo de 1937 a Francia. Negrín decide continuar esta política. El mismo declara que fue suya la idea de mandar el resto del oro a Moscú.
Negrín y el caso de Andreu Nin: El profesor Gabriel Jackson reseña este episodio como el acontecimiento (fuera de lo militar) que más dañó a la república. Sin duda en el ánimo de más de un entusiasta de izquierdas (como por ejemplo G.Orwell). Más arriba he señalado que el alineamiento de Negrín con el PCE y la URSS fue debido al abandono de las potencias democráticas occidentales. El profesor G.Jackson elude explicar este abandono; pero es plausible que en el descrédito exterior de la república influyera desde un primer momento la persecución religiosa (alertada por el cuerpo consular extranjero a sus cancillerías). Pero este episodio de purga comunista en el seno de la propia república ofrece aspectos interesantes. Negrín, a sabiendas, exculpa a los soviéticos de la desaparición: lo cierto es que el entonces director general de Seguridad (Antonio Ortega -comunista-) ordena su detención y traslado a Madrid, a espaldas del Ministro de la Gobernación (Julian Zugazagoitia -socialista-). La crisis provoca que se sustituya al director general de Seguridad (por Gabriel Morón -socialista-); según las memorias del entonces subsecretario de Gobernación (Juan Vidarte -socialista-), el nuevo director general le señala que la planificación del secuestro es de la Komintern y que la orden de torturarlo es de Orlov (agente de Stalin). Todo esto lo cuenta Vidarte por boca del nuevo director general; quien le dice al Ministro Zugazagoitia que traslade esta verdad a Negrín y que con una sola palabra del Presidente del Gobierno mete en la cárcel a todos los implicados. Negrín decide correr entonces una red de silencio sobre el asunto: pesa no contrariar a los soviéticos. Es más, como no se fía del Presidente de la República (Azaña), a la pregunta de éste sobre si no es demasiado novelesco el asunto de derivar la desaparición de Nin a la Gestapo; le contesta que no. En su haber positivo explica G. Jackson que en adelante los ministros Irujo y Zugazagoitia se estaban empleando a fondo para evitar estas purgas; habla de equilibrio: no desairar a los soviéticos y erradicar acciones claramente criminales.
Su gobierno: El gobierno precedente (Largo Caballero) dejó desacreditada exteriormente a la República con la cuestión de "los paseos"; señalando G.Jackson la hostilidad de Gran Bretaña. Otra herencia negativa era la atomización del poder dentro del territorio republicano (comunistas, anarquistas). En su debe la alineación con Stalin; con un marxismo interpretado en clave de secta. Su silencio y aceptación de las maniobras y crímenes de agentes soviéticos como precio por la ayuda rusa a la República. También convendría señalar su cruel utilización de la pena de muerte; después que Azaña hablara de "paz, piedad y perdón" lleva al gabinete la propuesta de aprobar 62 condenas de pena de muerte. Su intento de militarización de los tribunales civiles (parado por Azaña). Su desprecio al final a los propios partidos políticos republicanos (al considerarlos los restos de las antiguas oligarquías) viendo la voluntad republicana en el propio Ejército de la República. Gabriel Jackson insiste en que en puridad esto no bastaría para tildarlo de dictador. En su haber, que empezó a descender la persecución anticatólica; aunque se encontró con el reconocimiento en agosto de 1937 del Gobierno nacional por el Estado Vaticano (un año después de comenzada la guerra y tras el vesánico hostigamiento diocleciano sufrido); pero sí es de reconocer los esfuerzos de Irujo para restablecer el culto con el respaldo del propio Negrín. En su haber también, un mayor control del orden público.
Tras la lectura he llegado a un juicio más moderado sobre la persona del doctor Negrín, visto el contexto de la época. Insistir en que he mirado con lupa los aspectos negativos. Cada uno tiene sus preferencias. Y el doctor Negrín no es de mis preferidos. No, no se trata de juzgar. Se trata de ver a los personajes de la historia, si quiera sea con las gafas de otro.