lunes, 21 de julio de 2008

Stroszek; nuestro miserable contemporáneo




Subasta de la vivienda por el Banco





Desposesión de la vivienda





Rebelión desesperada



Esto de la crisis; en particular el estallido de las inmobiliarias me ha hecho recordar la película Stroszek de Werner Herzog. El protagonista (un emigrado alemán a USA) pretende encontrar el milagro americano y es triturado por un mundo que no entiende, ni al que le es posible adaptarse. Si pinchan los videos verán al protagonista con una chaqueta a cuadros y con sombrero cowboy asistiendo, igual de ajeno que un perro que atraviesa la escena, a la subasta de su vivienda en mitad del mantra cantado por el agente del Banco. Igual sensación de alienación al contemplar como la vivienda de sus sueños le es desposeida. El último video abunda en esta sensación de absurdo; donde los animales están obligados a comportarse de manera diferente a su naturaleza; algo parecido al propio Bruno Stroszek; que sin embargo no ha aprendido la conducta o rol que le tocaba en esta despiadada sociedad.
Lo que me preocupa más de las crisis son las repercusiones en el plano digamos que doméstico; incluso casi individual (ahora que asistimos a una donde el paraguas de la familiar está más desestructurado).


jueves, 17 de julio de 2008

¿Es este el primer neoconservador?


Estando en campaña militar en Grecia Lucio Cornelio Sila, disgustado por la resistencia de algunas ciudades, las castigó con el saqueo de los tesoros de los templos, y señaló: "¡No pueden faltar jamás recursos a aquel cuya caja cuidan de llenar los dioses!". Entonces los sacedortes de Delfos se negaron a enviarle sus riquezas ya que decían que habían oido la lira del Dios, interpretando esto como una negativa; pero Sila les dijo: "¡que debían obedecer cuanto más pronto cuanto que Apolo daba a entender con su música su alegría por semejante medida!". Este defensor de la constitución republicana de Roma que se asentaba en el poder de una oligarquía aristocrática aunaba a sus evidentes dotes militares y políticas la de todo un cínico. Fue también el primero al que le debemos la triste historia de las proscripciones políticas. Pero ha sido este cinismo el que me ha hecho asociarlo a lo neoconservador.